Brie respira fácilmente: entrenando a un gato a disfrutar el uso del inhalador

Escrito por La Profesora Robin Bisha

Cover image. Decorative. A calico and while cat with partially flattened ears and a somewhat angry expression lying down.

Cuando llevé a Brie a emergencias, su frecuencia respiratoria era mayor a 80 respiraciones por minuto. Su internación de dos días en la caseta de oxígeno, donde recibió líquido intravenoso al igual que otros medicamentos, logró que su frecuencia respiratoria volviera al rango normal. El especialista veterinario confirmó el diagnóstico de asma establecido por su veterinario habitual. Asimismo, un ecocardiograma reveló que una aurícula en su corazón se encontraba aumentada de tamaño, lo cual fue otro giro inesperado a su condición física. Brie había estado tomando prednisolona, un corticosteroide oral, el cual continúa tomando hasta ahora. Sin embargo, su corazón agrandado significaba que debía cambiar la administración oral del esteroide a su inhalación. En la tarde, Brie volvió a casa y para la mañana siguiente debíamos aprender a trabajar juntos a utilizar el inhalador.

Durante esa tarde, preparé los componentes para el sistema de inhalación especial felina, Felino Respira Fácil, al igual que premios para Brie y el resto de los gatos (sus tres hermanos llamados Bleu, Cheddar y Colby, y otros dos llamados Reggie y Nutmeg, todos los cuales mostraron interés en el ensamblaje). Uní los componentes con la “ayuda” de los gatos, les dejé oler todo y los premié con golosinas durante todo el proceso. Con el fin de alentar la exploración del inhalador, froté sus componentes con los premios para volverlo más tentador. Después, puse el aparato, así como los premios, en el aparador. Repetimos el proceso varias veces más.

Luego de varias sesiones para familiarizarse con el aparato, comencé una sesión durante la cual direccioné su conducta desde mi dedo a la máscara. Intenté utilizar un clicker para acelerar la comunicación entre los gatos y yo misma, pero había demasiadas piezas en juego, por lo que entrenamos sin él. Reemplacé el clicker con un marcador verbal, “buen chico”, para hacerle saber a Brie que estaba actuando correctamente. Como premio, conseguí pollo asado y lo corté en pequeños trozos. Nunca antes le había dado esto, ¡así que estaba muy interesado!

Primero, le pedí a Brie que tocara mi dedo, después que tocara mi dedo mientras yo tocaba la máscara. Finalmente, le pedí que tocara solamente la máscara. Una vez que se encontraba cómodo con la máscara, le adherí la cámara del inhalador y repetimos la secuencia. Ya cómodo con este paso, uní el inhalador a la cámara y nuevamente repetimos la secuencia.

Dando por terminada la sesión, guardé los componentes hasta la mañana siguiente.

En la mañana, Brie no se mostró particularmente feliz con el soplo del inhalador, pero logramos la primera administración e inmediatamente le di un trozo de pollo asado. Doce horas más tarde, repetimos en busca de una cierta duración, ya que necesita tomar entre 4 y 6 inhalaciones por cada administración. Esta vez, le presenté un pequeño tazón con pedacitos de pollo, ya que fue la primera administración recibida adecuadamente. También hicimos masajes TTouch, lo cual le ayudó a relajarse y además fomenta la confianza entre nosotros.

Una semana después de haber empezado con el tratamiento, el cual un amigo llama “cheese puffs” (bocanadas de queso), no hemos omitido ni una administración. Es más, Brie viene a buscarme cuando se acerca el momento de recibir su “bocanada de queso”. ¡Aunque estoy segura de que es por los premios que recibe luego!  

En realidad, me hubiera gustado haber tenido más tiempo para crear una asociación positiva con el inhalador, pero no puedo imaginarme que nadie que requiera un tratamiento con esteroides diario como parte de su diagnóstico asmático tenga el lujo del tiempo.

Aunque Brie no esté tan emocionado con entrenar como algunos de sus hermanos, la habilidad básica de targeting fue de gran utilidad. Con la habilidad para direccionar su conducta y los premios de alto valor asociados al inhalador tuvimos un buen comienzo en el manejo de su asma.


Robin Bisha, PhD, comenzó a estudiar seriamente el entrenamiento y la conducta felina cuando su amado y tremendamente ansioso gatito Cheshire respondió bien a un curso de buenos modales para perros.

 (Traducido por Valentina Minetti, IAABC Foundation Español)

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